martes, 3 de mayo de 2022

Imposible

De dónde viene, no lo sé. Pero a donde va, puedo decíroslo : va al infierno. 

(A. Dumas . El Conde de  Montecristo )


“Imposible, del latín, impossibilis. Algo que no es posible. Expresión de la seguridad de que antes de que suceda o deje de suceder algo ha de ocurrir otra cosa de las que no están en lo posible”. Esta sería la definición de imposible según la Real Academia de la Lengua Española. 

Una definición perfecta para explicar el estado de mi cabeza, los discos duros de mi ordenador o mis estanterías. Solo así podría entender que un archivo comprimido, guardado con celo desde hace más de 15 años, tan solo contenga tres direcciones web: Una, una hoja de pedido para un vivero; Otra, una lista de precios de cactus (algo caros, por cierto); y una tercera, la página de Joshua Middleton un dibujante. Almaceno restos y fragmentos de cuanto pasa por mis manos, y pasa tanto tiempo que ahora hay gente que paga dinero por ellos. 

Pasó el 23 de abril, Día del Libro. Y también la fecha elegida para crear un blog de literatura, hace ya once años. No por mí, sino por un amigo. No se si será tan amigo porque hace años que no le veo. Eso sí, en su nombre continuo publicando cosas en su blog. El autor, escritor en ciernes, ha desaparecido también de la red. Google lo ha borrado, aunque no lo que él escribió, pero sí su nombre. Ahora aparece “Sin Identidad”, y no crean que van muy errados.

El blog, huérfano de padre biológico, adoptado por mí, no podrá crecer de ninguna manera, tan solo podría morir. No tengo las claves de acceso, ya saben, aquello de imposible. Aún así, aquí sigue y aquí sigo. Literatura y literatos, artículos y fragmentos, relatos y textos.

Me está quedando un poco raro el aniversario. Debo admitir que también soy un lector empedernido, y que aún persevero en conocer nuevos autores y libros, y releeo con deleite y placer los libros que me llevaron al éxtasis. Y, si bien me cuesta mucho escribir, aún lo intento, lo intento con todas mis fuerzas. Nunca me rindo. Aunque bien es cierto que puedan pasar muchos años entre intento e intento.

Se me olvidaba comentar que soy un optimista incorregible y aún sueño con volver al cielo.



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