domingo, 3 de septiembre de 2023

El Sueño eterno de Raymond Chandler

Leo regularmente, o con regularidad, o cuando vuelvo a ver el libro buscando otra cosa, el caso es que llevo bastante tiempo volviendo una y otra vez a ciertos libros. De forma cíclica releo una y otra vez algunas novelas. Mayoritariamente, novelas negras, clásicas, sobre todo de Raymond Chandler. 

Son novelas aparentemente del género negro, de detectives. Situadas en el tiempo en los años 40 y 50 del siglo XX, en California, en la ciudad de Los Angeles. Pero en realidad el novelista consiguió retratar personajes atemporales y sobretodo un detective que jamás habría podido ganarse la vida si hubiese existido en el mundo real.

Acabo de terminar El sueño eterno (mi favorita es El último adiós), y a pesar de que la literatura hard boiled ha sido representada en el cine desde muy pronto y muy a menudo, el único personaje que consigo ver, visualizar, al leer, es el personaje de Vivian Regan: “…y miré a la señora Regan, que era merecedora de atención, además de peligrosa. Estaba tumbada en una chaise-longue modernista, sin zapatos, de manera que contemplé sus piernas, con las medias de seda más transparentes que quepa imaginar. Parecían colocadas para que se las mirase. Eran visibles hasta las rodillas y una de ellas bastante más allá. Las rodillas eran redondas, ni huesudas ni angulosas. Las pantorrillas merecían el calificativo de hermosas, y los tobillos eran esbeltos y con suficiente línea melódica para un poema sinfónico. Se trataba de una mujer alta, delgada y en apariencia fuerte. Apoyaba la cabeza en un almohadón de satén color marfíl. Cabello negro y fuerte con raya al medio y los ojos negros ardiente del retrato del vestíbulo. Boca y barbilla bien dibujadas. Aunque los labios, algo caídos, denotaban una actitud malhumorada, el inferior era sensual.”

El texto anterior pertenece al principio del capítulo 3 del libro, y aparece en mi cabeza en toda su gloria de juventud, Lauren Bacall. Juro que el resto de personajes no forman una imagen tan nítida en mi cabeza, son arquetipos en base a las descripciones, pero Lauren Bacall aparece de forma clara y sin dudas.




Ya digo que suelo releer el libro regularmente. Al personaje de Philip Marlowe nunca fui capaz de ponerle rostro, se asemeja demasiado a un Quijote moderno, solitario hasta extremos irreales, que es casi un misógino, el mismo dice que aborrece a las mujeres. 

Y la lista sigue, casi interminable, retratando a toda un colección de personajes, desde los policías, fiscales, matones, delincuentes, secretarias, cantantes, sirvientas, mayordomos, todos perfectamente retratados, envueltos todos en una trama de pornografía, juego, seducción y muerte.

Por cierto, mi versión cinematográfica favorita por si no se ha notado es El sueño eterno dirigida por  Howard Hawks y protagonizada por Humphrey Bogart y Lauren Bacall.

Dejo aquí un enlace para quien quiera leer razones y citas para leer a los clásicos que me gusta bastante : ¿Por qué leer los clásicos? por Pablo Hernández Blanco de la revista Jot Down

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