sábado, 16 de abril de 2016

DAHMALOCH

¡Siempre su curiosidad! No puede evitar el acudir a una llamada misteriosa. Es el único que puede ayudarme.

¡Nada! Demasiadas coincidencias o ninguna. Apenas desembarco en un pequeño puerto mexicano y una niña me entrega este papel lleno de una escritura que solo tres o cuatros personas en la tierra pueden descifrar y yo, sin saber quien me llama corro a meterme en un desierto pedregoso. Las gentes de la tribu lo llaman Dahma Loch

Entonces nunca de lo contó. Jamás supiste quien fue tu verdadero padre.

Las celosías de las paredes se abrieron, hacía mucho frío y estaba oscuro. La escalinata lóbrega y húmeda penetraba bajo el canal como si fuese la entrada al averno, justo a la izquierda tras una delgada y fina celosía aguarda Scott, tan solo tenía que romperla y llamarlo, pero a aquellas alturas sabía que no lo haría, igual que la persona o personas que lo invitaban a bajar.

Caminaba despacio adelantando las manos, pues no veía sino contornos y sombras más o menos difusas. El pasadizo continuaba recto tras bajar cuarenta escalones, todo el lugar rezumaba humedad.

Tras andar unos cincuenta metros supo, intuyó más que ver, que acababa de entrar en una sala grande y alta. Permaneció quieto esperando

- ¡Siempre su curiosidad! No puede evitar acudir a una llamada misteriosa
Era una voz ronca que resonaba entre arcos y columnas.
- Las reuniones solo se celebran una vez al año ¿Qué es tan urgente? ¿qué hace el aquí? Hay peligro.


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