jueves, 5 de mayo de 2011

Los Ojos del Dragón de Stephen King




Titulo original: The eyes of the dragon, 1987
"Flagg, fue Flagg", muchas veces cuando comento o hablo de las novelas, o las historias leidas, de forma insistente aparece el nombre de Stephen King, el cual por cierto lleva ya mucho tiempo escribiendo, pero del que desconozco sus novelas más "famosas", las más vendidas o las que más renombre le han dado. No suelo fijarme en el nombre del autor, si la historia está bien. Me recomendaron este libro vivamente, y tras leerlo, busqué y compré esta edición de bolsillo, cosas del presupuesto.
¿Una novela, un cuento fantástico? Algo inesperado. Acostumbrado a una cierta tendencia ensoñadora en la fantasía heróica, principalmente en la saga de Tolkien, con el Hobbit y El Señor de los Anillos. Los Ojos del Dragón fue como un golpe en el estómago. Stephen King escribe una historia real, nada de edulcorar la realidad, importa poco que sea en un reino de fantasía, el comportamiento humano no entiende de fantasias. Y desde luego el tamaño de un escritor que en las primeras quince páginas te despliega un completo abanico donde te da a conocer un reino entero, la genealogía de sus reyes, los personajes que participan y lo que se adivina una intensa trama.
Casi me resulta extraño que no haya una adaptación del libro en película o serie de televisión, aunque también debo decir que me alegra, aún tengo sudores frios cuando recuerdo alguna que otra adaptación de otros libros de Stephen King, da para una tesis.
Un libro en definitiva, escrito con el estomago, que parece brotar del intelecto de su escritor, impregnado de una magia que tan solo su hechicero conoce y que aplica a unas pocas de sus novelas (las hay que no se tiene en pie). Y hay en esta novela un personaje que arrastra, son los malos los que animan la función, dan la medida de las buenas acciones porque cuanto más terribles son, más dura es la lección. Y es que el mago Flagg es poco menos que la encarnación del Diablo en la Tierra.
"Mientras avanzaba dando zancadas en dirección al Portón de la Mazmorra, Flagg comenzó a reir..., un sonido que le hubiese provocado pesadillas hasta a una estatua de piedra."

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